En muchos casos, las tierras y recursos de los pueblos indígenas son intervenidas para el desarrollo de proyectos a gran escala, como por ejemplo hidroeléctricas, proyectos mineros y otros. Esto ha provocado que las formas tradicionales para el sustento de estos pueblos ya no sean viables y las oportunidades de trabajo en los territorios indígenas sean escasas.
Es por ello, que muchas personas indígenas tienen que buscar ingresos alternativos y algunas deben vivir fuera de sus territorios tradicionales, donde tienen que competir para conseguir trabajo y acceder a oportunidades económicas.
A menudo se introduce a las personas trabajadoras indígenas en el mercado laboral en condiciones precarias, y de esta manera se les niegan sus derechos laborales fundamentales.
Las personas trabajadoras indígenas generalmente ganan menos que otras personas trabajadoras y el salario que reciben, en relación con los años de educación terminados, es más bajo que el de sus compañeros y compañeras no indígenas. Esta diferencia se acentúa en niveles más altos de educación.