Al igual que en la mayoría de países del mundo, el trabajo doméstico en El Salvador sigue siendo una forma de explotación, a pesar de que los derechos laborales de las trabajadoras domésticas se encuentran regulados en el Código de Trabajo (Artículos 76 a 83 CT).
De acuerdo a un estudio de IDHUCA, de 111,780 personas dedicadas al trabajo doméstico, el 91.4% son mujeres y solo el 8.6% son hombres. Los hombres por lo general desempeñan trabajos de jardineros, choferes o mayordomo. El estudio señala que las trabajadoras del hogar son en su mayoría mujeres adultas, en el rango de edad de los 30 a 54 años (61.1% ). Luego sigue el rango de las jóvenes, entre los 18 a 28 años de edad (20.4%) y las personas adultas mayores, que constituyen el 16.2%.
Este informe señala que un 2.3% de las trabajadoras domésticas son niñas, lo que contradice los derechos de los niños y niñas, es decir, la prohibición del trabajo infantil.
El estudio reconoce un avance en cuanto a la incorporación de las trabajadoras al régimen del Seguro Social, sin embargo, este conlleva en sí mismo discriminación en cuanto a la inscripción “voluntaria” por parte de la parte empleadora, así como en la exclusión respecto de la cobertura de beneficios, como invalidez, vejez y muerte.
Una de las principales conclusiones del estudio establece que:
El régimen especial que regula el trabajo doméstico establece que, la retribución de las personas trabajadoras dedicadas a esta labor comprende, además del salario convenido, el suministro de alimentación y habitación. El Código de Trabajo no obliga a las personas empleadoras al pago del salario mínimo legal, ya que al utilizar la frase “salario convenido” deja abierta la posibilidad a que se estipule, en concepto de salario, cualquier cantidad, bajo el argumento de que dicho “salario” se ve complementado con el suministro de alimentación y habitación.
La Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud de la ONU, en el Informe que elaboró luego de su visita a El Salvador en 2016 (A/HRC/33/46/Add.1), señaló que:
El Comité contra la Discriminación de la Mujer de la ONU, en su informe CEDAW/C/SLV/CO/8-9 (2017) sobre la situación de las mujeres en el ámbito laboral en El Salvador, expresó su preocupación por el número limitado de personas trabajadoras domésticos que están formalmente registrados para acceder a la seguridad social, así como la falta de ratificación del Convenio Nº 189 (2011) de la OIT sobre el trabajo decente para las personas trabajadoras domésticos.