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Repaso y reflexiones finales del Módulo 7

Salud y Seguridad en el trabajo: Cuidar la salud física y mental de las trabajadoras domésticas

El texto que sigue ha sido tomado del documento “Notas OIT 4. El Trabajo doméstico remunerado en América Latina y el Caribe: Ampliar la protección de la seguridad social para las trabajadoras domésticas remuneradas”, disponible aquí

“El trabajo doméstico es muchas veces concebido como una actividad segura, que no presenta peligro para las personas que lo realizan. Sin embargo, puede implicar una serie de riesgos algunos graves que se acentúan por el cansancio acumulado por las largas jornadas laborales. Este trabajo suele implicar una gran cantidad de tareas repetitivas, movimientos de flexión y de extensión, carga de objetos pesados, exposición a fuentes de calor (cocina, plancha) y objetos cortantes (cuchillos, cuchillos eléctricos, licuadoras), manipulación de productos químicos de diversos grados de toxicidad y exposición prolongada al polvo. La vulnerabilidad frente a este tipo de riesgos es mayor entre las trabajadoras de baja escolaridad y aquellas provenientes de comunidades indígenas, pues no conocen las costumbres y productos que se
usan en estos hogares o no son capaces de leer o entender instrucciones de uso que muchas veces son complejas o están mal redactadas.

“Las trabajadoras domésticas están excluidas de la legislación nacional en materia de salud y seguridad en el trabajo en la mayoría de países de la región. En unos pocos casos por ejemplo, en Chile ellas están cubiertas por la ley de accidentes del trabajo, que cubre la atención de salud y el pago del salario si el accidente ha ocurrido durante la jornada de trabajo o en el trayecto desde o hacia su casa.

“Las trabajadoras rara vez pueden ejercer control sobre la manera de realizar sus tareas, las herramientas que van a utilizar, sus horas de trabajo y, por tanto, su propia seguridad. Su salud implica también el respeto a su dignidad como personas y esto significa tomar en cuenta los muchos problemas de salud que son consecuencia de situaciones de acoso moral y sexual y malos tratos físicos o psicológicos a los que
muchas veces son sometidas.

“Por eso, es importante diseñar políticas para la prevención de accidentes o enfermedades profesionales y, en ese marco, identificar los potenciales riesgos de los hogares, establecer medidas para proteger a las trabajadoras y apoyar a los empleadores en la eliminación de dichos riesgos.”

PARA SABER MÁS

Un trabajo decente para las trabajadoras domésticas remuneradas del continente. Disponible Aquí

Vulneración de derechos laborales en las maquilas

Las maquilas son una fuente importante de trabajo en Centroamérica y, como se ha visto, suponen desafíos importantes en materia de protección de los derechos laborales de las personas que trabajan en ellas.

“La diferencia salarial entre hombres y mujeres es mayor a medida que los salarios son mayores, y los hombres ocupan los puestos de mayor responsabilidad, como funciones técnicas, de supervisión y administrativas.
“Suelen ser mujeres jóvenes de entre 18 y 35 años. Existe una regla no escrita de no contratar a mujeres mayores de 35 años. Aunque se pueden identificar trabajadoras con cierto nivel de educación, la mayoría de ellas no cuenta con formación más allá de la primaria completa o incompleta. Muchas son madres, el 80% según varios estudios y llevan la jefatura de hogares monoparentales. Otra característica que confirma la vulnerabilidad de estas empleadas es que muchas de ellas provienen de zonas rurales.”

Sobre los salarios, se indica lo siguiente:
“Los salarios en las zonas francas de Centroamérica no alcanzan para cubrir las necesidades mínimas del día a día. En Guatemala el salario mínimo de la maquila en 2012 cubría únicamente el 84% del costo de la “canasta básica” del país; en Honduras, el 67%; y en Nicaragua, el 49%. Sólo en el caso de El Salvador, el salario mínimo de la maquila era un 5% superior a la canasta básica alimenticia del país. Los salarios están por de bajo de lo legalmente establecido para otros sectores de actividad (un 18,6% menos).
“El precio de venta final de algunos de los productos que confeccionan, sin embargo, puede representar 300 veces lo que gana la trabajadora por su elaboración. Es el caso por ejemplo de las camisetas de la NFL (Liga Nacional de Futbol Americano), vendidas a 25 dólares, mientras que la empleada que las fabrica sólo percibe 8 centavos por cada una.”

Y sobre las jornadas de trabajo indica lo siguiente:

“Aunque la legislación laboral de los cuatro países de Centroamérica analizados en el informe Derechos que penden de un hilo presenta el derecho a una jornada de ocho horas diarias, no es raro encontrar casos de jornadas laborales de hasta un día entero de duración, para cumplir con los pedidos que de un día para otro se hacen a las fábricas.”
“En maquilas de Honduras, las trabajadoras, ante la presión por cumplir las metas de producción, utilizan estrategias de ‘ahorro de tiempo’ que en ocasiones violan los mínimos niveles de dignidad en el trabajo.”

Estrategias de ahorro de tiempo de las trabajadoras/es en Honduras:
• Un 79% (514 personas) no se levanta de su puesto de trabajo.
• Un 71% llega antes de la hora de inicio del turno para adelantar el trabajo.
• Un 58% no se comunica con ningún compañero o compañera.
• Un 46% reduce el tiempo dedicado al almuerzo.
• Un 40% no toma agua para no ir al baño y así poder cumplir la meta.”

PARA SABER MÁS

Se recomienda ver el siguiente video para ampliar conocimientos sobre la materia:

Violencia laboral, El silencio en la maquilas.

 

 

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