Varios estudios indican que la mayoría de las personas que trabajan en el sector maquila son mujeres. Estas empresas se caracterizan por la contratación sobre todo de mujeres jóvenes, en muchos casos madres solteras y con un nivel de escolaridad básica.
Un estudio de la Asociación Mujeres Transformando señaló que las personas que trabajan en maquila, en Guatemala, El Salvador y Honduras, padecen de frecuentes enfermedades laborales como por ejemplo: músculo-esqueléticos, enfermedades en las vías respiratorias, del sistema nervioso, de los ojos, del aparato circulatorio, todo ello, producto de la organización del trabajo en la maquila, metas altas y progresivas, jornadas largas, sin sistema de extracción de residuos o mota, polvo y otros elementos. Las mujeres también presentan riesgos reproductivos por consecuencia del trabajo, como abortos y amenazas de aborto.
Una definición del trabajo sector maquila
Actualmente, los procesos de producción se han globalizado, por lo que dentro de la cadena de producción las empresas trasnacionales contratan a empresas nacionales de países con menos recursos o instalan subsidiarias para el proceso de ensamblar ropa, computadoras, carros u otros productos.
Para mejorar sus economías y generar trabajo, los países pobres apoyan a estas empresas con condiciones favorables, como la exoneración de todo tipo de gravámenes y una mano de obra barata.
Trabajadoras de maquilas en El Salvador
Según datos del informe Mujer y mercado laboral 2016 – La maquila textil en El Salvador (ORMUSA), má s del 70% de las mujeres que laboran en el sector de textiles y confección se ven expuestas a algún riesgo ocupacional. Los factores de riesgo de mayor incidencia tanto entre mujeres como entre hombres son: (i) trabajo con herramientas peligrosas, (ii) la existencia de mota u otras partículas, y (iii) el ambiente bullicioso.
La Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud de la ONU, en el Informe que elaboró luego de su visita a El Salvador en 2016 (A/HRC/33/46/Add.1), señaló que:
El Comité contra la Discriminación de la Mujer de la ONU, en su informe CEDAW/C/SLV/CO/8-9 (2017) sobre la situación de las mujeres en el ámbito laboral en El Salvador, señaló que la escasez de información sobre la eficiencia del mecanismo de vigilancia en la detección de violaciones de los derechos laborales de la mujer en la industria maquiladora es muy preocupante.
Situación de las trabajadoras a domicilio en El Salvador
En El Salvador funcionan hay empresas textiles que contratan a mujeres como bordadoras a domicilio. Las bordadoras a domicilio se encargan de coser y bordar de manera artesanal prendas de vestir, desde sus hogares, bajo la única garantía de un contrato verbal con las empresas que requieren sus servicios.
El trabajo a domicilio está legislado dentro del Código de Trabajo de El Salvador (Libro I. Título II. Capítulo II. Artículos del 71 al 75).
Judith Menjívar, coordinadora de mujeres bordadoras a domicilio de la ONG “Mujeres Transformando”, que vela por los derechos de este sector, mencionó algunas vulneraciones que sufren estas mujeres:
No obstante, pese a que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó al MTPS tutelar y mejorar las condiciones laborales de este sector textil a partir de 2018, la señora Menjívar sostiene que esto no se está cumpliendo a cabalidad.
La Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud de la ONU, en el Informe que elaboró luego de su visita a El Salvador (A/HRC/33/46/Add.1) , señaló que: