Derechos Laborales de las personas migrantes, el caso de El Salvador
En un estudio de la Organización Internacional de las Migraciones, 9 de cada 10 migrantes centroamericanos salieron de sus países de origen buscando mejoras en sus condiciones de trabajo y de vida. La falta de empleo, y trabajos de mala calidad, como los salarios en los países de origen, figuran entre las principales causas para la
movilidad humana de la población en cuestión.
A pesar del impacto que le significa la separación de la familia y de los riesgos que enfrentan en la ruta hacia su destino, la migración ha sido, y continúa siendo, una alternativa para una gran parte de la población salvadoreña que decide salir del país por factores de pobreza, desempleo, desastres naturales, efectos del cambio climático, deseo de reunificación familiar e inseguridad.
Se estima que aproximadamente un tercio de la población salvadoreña vive fuera del país y que, de esta, el 93.5 % reside en los Estados Unidos de América.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, en su Informe sobre las Observaciones Finales al séptimo informe periódico de El Salvador de 2018 (documento CCPR/C/SLV/CO/7) indicó que las personas deportadas son mayoritariamente hombres jóvenes (entre 18 y 25 años de edad), aunque se ha evidenciado un incremento de mujeres, niñas, niños y adolescentes. El Comité manifestó su preocupación por la falta de protección y asistencia adecuadas para las personas deportadas a El Salvador, en particular niños y niñas migrantes no acompañados, así como para los niños y niñas migrantes no acompañados que viajan a través de El Salvador hacia los Estados Unidos de América.
Algunas estrategias regionales para proteger los derechos laborales de las personas migrantes son:
Sobre el tema de movilidad laboral, se encuentra la iniciativa regional de movilidad laboral (INILAB) creada en 2016 para impulsar acciones en favor de los derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras migrantes temporales, que buscan oportunidades laborales en otros países, a través de los programas de Movilidad Transnacional Regulada de la Región Canadá, Estados Unidos, México y Centroamérica.
En el marco de la cual se realizan actividades de coordinación para la promoción de campañas informativas para la prevención de la estafa y sobre procesos de reclutamiento de migrantes. Además proporciona servicios gratuitos de orientación, intermediación laboral y capacitación para el empleo. impulsar acciones en favor de los derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras migrantes temporales, que buscan oportunidades laborales en otros países, a través de los programas de Movilidad Transnacional Regulada de la Región Canadá, Estados Unidos, México y Centroamérica.
También se está desarrollando el Programa Regional sobre Migración (Mesoamérica-Caribe), que promueve la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) implementa sus actividades en: México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Haití́. Este programa busca dar asistencia técnica para el desarrollo e implementación de acuerdos laborales y programas (temporales) de Migración Laboral y fortalecer las capacidades para el desarrollo de políticas de Migración Laboral en colaboración con el sector privado y sindicatos.
Derechos Laborales de las personas migrantes
Los instrumentos internacionales de derechos humanos, que vimos en el Módulo I, reconocen el derecho de todas las personas a salir de su país, siempre que cumplan con los requisitos que exige el país donde van a ir. En otras palabras, los Estados tienen el derecho de decidir a quién admiten o no en su territorio, de acuerdo a las leyes migratorias que tengan, siempre y cuando esas leyes no estén en contra de los derechos humanos de las personas migrantes.
El derecho a la igualdad y a la no discriminación son dos de los principios centrales de los derechos humanos. En relación con la nacionalidad, este principio obliga a los países a garantizar y respetar todos los derechos reconocidos en los tratados de derechos humanos, sin discriminación entre nacionales y extranjeros.
Uno de los principales problemas que afecta a las personas migrantes en la región, en particular a las personas trabajadoras migrantes, tiene que ver con la falta de reconocimiento de sus derechos laborales y eso a pesar que todas las personas tenemos el derecho de disfrutar sin discriminación todos los derechos laborales, tal y como vimos en el Módulo II. Las personas trabajadoras migrantes sufren frecuentemente un trato abusivo y de explotación. La desprotección en materia laboral afecta de forma particularmente importante a las personas trabajadoras en situación irregular, a las mujeres quienes, además de malas condiciones y restricciones a beneficios ya mencionados, soportan a veces violencia física y/o acoso sexual. Y a pesar que el trabajo infantil está prohibido, muchas veces los niños y niñas migrantes se ven obligados a trabajar y sufren las mismas violaciones a sus derechos laborales.